Ah vastedad de pinos...
lento juego de luces, campana solitaria,
crepúsculo cayendo en tus ojos, muñeca,
caracola terrestre, ¡en ti la tierra canta¡
En ti los ríos cantan y mi alma en ellos huye
como tú lo desees y hacia donde tú quieras.
Márcame mi camino en tu arco de esperanza
y soltará en delirio mi bandada de flechas.
.
En torno a mí estoy viendo tu cintura de niebla
y tu silencio acosa mis horas perseguidas,
y eres tú con tus brazos de piedra transparente
donde mis besos anclan y mi húmeda ansia unida.
¡Ah! tu voz misteriosa que el amor tiñe y dobla
en el atardecer resonante y muriendo!
Así, en horas profundas sobre los campos he visto
doblarse las espigas en la boca del viento.
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