CORTAN las nubes sobre mi cabeza
trazan un círculo que será sombra,
extienden las alas y nace un hueco
el viento estático dialoga y pesa.
Se acerca el olor de la mañana.
Huele a pájaro mojado
a pasto húmedo sin tierra
a verde
a mañana verde
y con ausencia.
Surcar la tierra y otros cielos
beber del mar su sal
pensando en el desierto,
escuchar sonidos diminutos
y correr tras el galope de los sueños.
Así dijiste.
Y antes de llegar a esta tierra
ya dormías sin sal
en el centro del silencio
que es la muerte.
¿Cómo recordarte en la aventura
si te tengo grabada con la piel desnuda
y los ojos fríos?
Las aves que me vuelan
bajan entres sus alas
un trozo de nube.
Por cada hueco
en el cielo
se adentra un sol.
Ver su sombra con mi sombra
es sentir por picotazo una caricia,
sentir el aire clavado en la piel
donde respira ecos y eterniza.
Cada vivir me recuerda tu muerte
cada ver la luz tu voz apagada
cada lluvia mi llanto tus ojos secos
cada recuerdo tu ausencia
cada primavera el gusano que te penetra
y cada sonrisa de calle
tu beso.
¡Buscaría mil bocas hasta encontrar tu beso!
Trazan un círculo
que será mi sombra
sombra y morada
tu cuerpo de mujer.
Voy a trazar desnudo
(en paredes blancas)
tu cuerpo pequeño
y exultado.
Voy a imaginar la historia.
Otra historia donde morir
no sea final ni principio.
Una historia para amarte
con el viento
con la luz
y entre las sombras
(pese a las sombras...)
Andrea Miranda
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