Hacia mucho frío y aun asi ella esperaba afuera y sola.
No le interesaba la hora en que saldría su autobús pues su espera era otra, esperaba a alguien que ya no estaba, a alguien que ya se había marchado y no estaría nunca mas.
Entonces apareció alguien destrozando su soledad y echando abajo su silencio y en un breve instante su soledad fue la de ellos compartiendo el silencio en un beso.
Ahora ellos solo esperan el final del tiempo y lo eterno de su encuentro.
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