“- ¡Dios mío, que horrible monstruo!- exclamo la madre - : éste sí que no se parece a los otros. ¿Será realmente un pavo? Pronto lo sabré. Iremos al agua y si no entra en ella de buen grado, lo zambullo por la fuerza.”
“¿Qué importa haber sido empollado por un pato, habiendo salido de un huevo de cisne? Al fin y al cabo la raza prevalece y un día u otro se revela.”
El patito feo
“-¡Comer! – repuso la bujía -. ¿Y qué significa comer? Comer es uno de los detalles más insignificantes de la vida. Lo esencial es la sociedad, son las visitas, las reuniones, los bailes, las tertulias, esta es la verdadera existencia: brillar y ver brillar a los demás; para esto hemos nacido,…”
La bujía y la vela
No hay comentarios:
Publicar un comentario