Evangelios para sanar de Alejandro Jodorowsky, primera parte

“Muy poco personas conocen eso que se llama paz, la serenidad. Ello se manifiesta de este modo: de súbito no tenemos ningún problema intelectual o emocional, ningún deseo insatisfecho y ninguna necesidad material. No tenemos miedo a morir, ni temor al futuro. Estamos completamente en el instante. Flotamos y vivimos con el universo: nos hallamos en una paz total. Carecemos de dudas y no nos planteamos ninguna meta. Ya no tenemos la agresión o la falta de cualquier cosa. Estamos ahí por completo, en el instante, en la paz total, en absoluto relajamiento, sin angustias ni temores ni preocupaciones.”

“Es por ello que si queremos saber a dónde vamos; ¡busquemos nuestro origen¡ El origen esta al final de todos los caminos.”

“¿Qué moral podemos construir si vivimos entre personas que desprecian el espíritu tanto como a quienes lo desarrollan? Un individuo es considerado enemigo en el momento en que se atreve a cultivar una sensibilidad, una conciencia, una creatividad propias, en el momento en que osa convertirse en sí mismo.”

“¡Ven! ¡Dame significación! Si el pez no nace en el agua, soy un océano muerto.”

“Dios sobrepasa los límites de nuestro pensamiento: el lenguaje es todo, salvo dios. Todo lo que podemos nombrar no es el. Poseemos un instrumento para definir todo el universo, con excepción de dios. El es indefinible y esta por completo fuera de del lenguaje, de los números… No podemos nombrarlo. Y si no podemos darle nombre, no podemos verlo. Somos incapaces de definirlo. El puede vernos, puede amarnos. Nosotros no podemos.”

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