Aplastamiento de las gotas
Yo no sé, mirá, es terrible cómo llueve. Llueve todo el tiempo, afuera tupido y gris, aquí contra el balcón con goterones cuajados y duros, que hacen plaf y se aplastan como bofetadas uno detrás de otro qué hastío. Ahora aparece una gotita en lo alto del marco de la ventana, se queda temblequeando contra el cielo que la triza en mil brillos apagados, va creciendo y se tambalea, ya va a caer y no se cae, todavía no se cae.
Está prendida con todas las uñas, no quiere caerse y se la ve que se agarra con los dientes mientras le crece la barriga, ya es una gotaza que cuelga majestuosa y de pronto zup ahí va, plaf, deshecha, nada, una viscosidad en el mármol.
Pero las hay que se suicidan y se entregan en seguida, brotan en el marco y ahí mismo se tiran, me parece ver la vibración del salto, sus piernitas desprendiéndose y el grito que las emborracha en esa nada del caer y aniquilarse.
Tristes gotas, redondas inocentes gotas. Adiós gotas. Adiós.
5 comentarios:
adiós gotas, adiós.
hola, ¿cómo está?
hola, estoy bien cada día mas y mas
me gustaba más cuando recién me encontré a cortázar, ahora toda la gente lo conoce y lo prostituyen en todos lados. el otro día quería comprar rayuela, pero a estas alturas ya no sé.
ojalá no pasé lo mismo con rulfo, no sé, siento que la relación que tengo con él es así como más personal y no tan universal, más mía, pues.
lo voy a leer de nuevo antes de que la desgracia caiga sobre nosotros :(
te entiendo, es como los tesoros, es mejor a veces que sigan ocultos, aunque parezca egoísta hay cosas que deben permanecer así, no todo es para todos... y tal vez la fama para estos genios no valga la pena de la industrialización de su obra...
No es que se prostituya, simplemente es interpretado de una forma diferente, pero no por ello se trastoca su obra: esa comercialización no tiene porqué afectarlo.
Tal vez en realidad te molesta un poco que sea citado de forma trivial, que algunos no puedan saborearlo realmente, que lo tomen como estandarte snob.
Pero eso pasa y pasará siempre, es inevitable... desde el arte hasta el café. Pero no creo que sea justificación para privarnos de esos placeres.
Es mi propuesta.
Publicar un comentario